11 enero, 2025 6:57 pm
Grabois
Distintas organizaciones sociales, encabezadas por el Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) de Juan Grabois, protagonizaron un violento y vandálico ataque al Palacio Municipal que terminó en un enfrentamiento con la policía para frenar a los manifestantes que llegaron a San Vicente en varios micros desde distintos puntos de Buenos Aires. Hubo heridos y aprehendidos.
El conflicto entre la Cooperativa La Familia y el municipio tiene su origen en un supuesto contrato que la cooperativa reclama para seguir operando en el Eco Punto. Hasta ahí todo entendible como parte de la política y la gestión municipal, más allá de las razones que tengan unos y otros.
Ahora bien. De ahí, a romper vidrios, obras de arte, tirar pierdas, prender fuego, lastimar personas y provocar que muchos comercios deban cerrar sus puertas por miedo, hay un enorme diferencia con lo que debiera ser un reclamo en tiempos de la democracia.
Lamentablemente ya estamos acostumbrados a ver como la política se devora a la política con métodos de apriete y extorsión, y con la utilización de persona traídas de otros lugares, como fuerza de choque, como también sucedió en algunas ocasiones durante el gobierno de Mauricio Gomez, pero en otras circunstancias con similar final.
Hoy San Vicente fue víctima del oportunismo de unos pocos en detrimento de muchos vecinos que hoy vieron, con asombro y miedo, como la violencia lo destruía todo, más allá de un reclamo que, con justicia o no, debió ser pacífico, sin ataques a la propiedad pública (propiedad de todos los sanvicentinos) y sin poner en riesgo a otras personas, como sucedió con algunos lastimados y otros con heridas como los dos policías que fueron agredidos.
Ojalá que estas practicas, que creíamos extintas, desaparezcan definitivamente, y quienes sean responsables e incitadores de actos de violencia, sean juzgados, y no solo por la sociedad, sino también por la Justicia.
En medio de una jornada de furia, el Intendente Nicolás Mantegazza se expresó en Twitter 

Juan Grabois volvió a mostrar en San Vicente lo que hace y lo que genera, “en nombre de la defensa de los pobres”, tal como lo hizo en la ciudad de Guernica hace muy poco tiempo, armando una de las tomas de ilegales de tierra más grandes de la provincia de Buenos Aires. Y lo peor es que ya lo había anunciado.
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