San Vicente | El tenista de 19 años, Agustín Gentile, acaba de cerrar su incorporación a la Universidad de Hawai, para seguir su carrera tenística en la isla del pacífico, después de muchos años de esfuerzo, de sacrificio, de alegrías, frustraciones, y de mucho entrenamiento.
Desde los 5 años, y siguiendo a su papá Adrián que también juagaba tenis, Agustín, o “Genti” como se lo conoce en el circuito tenístico, supo que ese era el deporte que quería jugar, para ganar grandes cosas; las que terminaron sucediendo gracias al incondicional apoyo de su familia.
“Comencé jugando en el Village de Adrogué, entrenaba con jugadores más grandes y un día el entrenador me recomendó el Club Atlético Monte Grande donde pude entrenar a otro nivel, aprendiendo realmente los valores del tenis, el compañerismo y por supuesto a pegarle mejor a una pelota” comenzó entre risas Agustín Gentile al Equipo ActivaSport.
El paso del tiempo y la necesidad de meter un cambio, le puso en su camino al entrenador Stanislav Ichkov, quién comenzó a moldearlo como jugador y con quién empezó a ganar torneos regionales y nacionales que lo fueron definiendo para buscar la superación permanente, en base a mucho entrenamiento, a la par de sus estudios universitarios.
Con el paso de los años, Gentile se fue perfeccionando con las diferentes competencias y con más entrenamiento y así pudo ganar los torneos más importantes de Argentina, jugar una semifinal y dos finales seguidas sudamericanas; clasificar entre los 15 mejores de Sudamérica y estar rankeado internacionalmente.
“Fueron muchos años de autoexigencia para llegar a lo más alto en el tenis, fueron muchas cosas, en muy poco tiempo, y no me arrepiento de pasar por ninguna de esas situaciones porque hoy en día soy quien soy gracias al tenis y a mi familia que siempre me apoyó desde el día 1 sin poner una sola excusa” agregó.
El viaje a una universidad en los Estados Unidos fue un tema ausente en el seno de la familia, pero al mismo tiempo fue un objetivo que se había trazado el tenista sanvicentino que sueña con vestir los colores del Deportivo San Vicente en un torneo, algo que aún no pudo concretar.
La llegada de la Pandemia había desmoronado la ilusión que Gentile tenía para pegar el salto y poder viajar a cumplir su meta, por lo que decidió meter un “revés” a ese extraño momento y comenzó a estudiar kinesiología, mientras trabajaba como profesor de tenis, hasta que una charla con un amigo, que recientemente había ido a una universidad norteamericana, le devolvió las ganas y el impulso para intentarlo una vez más.
Agustín Gentile logró contactarse con varias universidades, como la de Kentucky, South Carolina, Jacksonville State, Midwestern State University, Concordia (Hawaii), St. Leo, Columbus State y University of Hawaii at Hilo. Precisamente esta última, enclavada en el pacífico central, fue la que le abrió las puertas para sumarse a los entrenamientos y al estudio en el espectacular campus que la entidad posee en la isla de Hawaii.
“Hable por semanas con el Head Coach de la Universidad, me llenó de confianza y ánimo para que me decida a jugar para ellos cona una beca al 100% en la primavera del año próximo, por lo que el 27 de diciembre voy a estar partiendo para la Isla de Hawaii” aseguró.
Como dato deportivo, este año vienen de salir campeones en la Conferencia de Hawaii, y terminando número 1 en el ranking de Universidades en la Conferencia del Pacifico.
“La obtención de la beca fue como un premio después de tantos años, no solo para mí, sino para mi familia también porque siempre estuvieron conmigo, así que esto es gracias a ellos, que jamás me soltaron la mano” sentenció.
Antes de su viaje, Gentile representará a San Vicente en las finales de los Juegos Bonaerenses, que se disputarán del 5 al 9 de noviembre en Mar de Plata, en la nueva categoría “Universitario”, donde buscará traer una medalla para el distrito. Antes había jugado en las Olimpíadas de la Cuenca del Salado, donde no le fue muy bien, por lo que esta chance se presenta como una linda revancha para, según sus propias palabras “dejar a San Vicente donde se merece”.
“Otra de las cosas que nunca pude hacer fue vestir los colores del CDSV, siempre tuve la ilusión de poder jugar interclubes para ellos y que las canchas se llenen de gente, de nuestros vecinos, amigos y la gente amante del tenis. Antes de que me vaya me encantaría hacer una despedida en el club del que soy hincha y socio con todas las personas del club, para poder agradecerles todo lo que hacen por el deporte y también para poder mostrar un poco de mi tenis antes del viaje” concluyó.
El 27 de diciembre será un día con sensaciones encontradas en la familia Gentile. Uno de sus hijos, el mayor, comienza una nueva etapa personal y deportiva a sus jóvenes 19 años, pero muy lejos de casa, en busca de su sueño en el tenis. Te deseamos lo mejor.
