SAN VICENTE | Se acerca un nuevo final de campeonato, el segundo de la Liga Metropolitana de Fútbol, y junto con él la confirmación de grandes equipos y jugadores que están en un gran nivel futbolístico que no solo les dan alegría a los simpatizantes de sus clubes, sino fundamentalmente, le otorgan jerarquía a esta joven liga de fútbol.
Uno de los casos más emblemáticos es el de Braian Gil, jugador del Club Deportivo San Vicente, que ya transita su segunda temporada oficial en el equipo que milita en la AMFSV.
De estatura media, zurdo, impredecible y letal, “Braian” se convirtió en una suerte de mago capaz de sacar de la galera una jugada imposible para hacer un gol o -como sucede la mayoría de las veces- poner a un compañero mano a mano de cara a la portería rival.
Juega por izquierda y por derecha, aunque en realidad suele volver locos a sus rivales con sus constantes movimientos tácticos por todo el frente de ataque. Lo que en el fútbol actual es un jugador de posición libre, con la capacidad de quedar de frente al arco por derecha y con una pegada extraordinaria, o trepar dejando rivales por izquierda para asistir a los que entran o sacar ese conejo de la galera para cerrar la jugada.
Sin duda alguna, Braian Gil, le soluciona varios problemas al D.T Cristian Torres, quien en cada partido tiene dos o tres momentos para decirle algo cuando Braian se planta “amenazante” en el ángulo recto que forman la línea de la mitad de la cancha con la línea lateral derecha. Señal de que va a arrancar a toda marcha.
Brian fue sondeado de otros clubes de la liga, incluso de equipos del ascenso del fútbol nacional, lo que le otorga valor agregado a su talento natural, pero como verán, el sigue jugado en el Deportivo San Vicente, donde alcanzó un status muy alto dentro y fuera de la cancha. Y especialmente en el vestuario.
Seguramente su historia no está ni cerca de escribir un último capítulo, y ojalá los interesados en Braian Gil, puedan ver lo que nosotros vemos día a día, y lo que representa para sus compañeros y sus rivales, su sola presencia en la formación.
Hoy el disfrute es de todos los hinchas del Depo. Todos quieren ver al 10, sacarse una foto con él, porque además es súper carismático, y todos sueñan con ver su acto de magia en cada partido.
No estamos hablando de un extraterrestre, ni de un súper dotado. Estamos contando una breve historia de un enorme jugador de fútbol que sabe escuchar los consejos de su director técnico, y sabe interpretar cada indicación con un solo fin. Llevar al Deportivo San Vicente a lo más alto.
