Se trata de varias escuelas, asfaltos proyectados y la conclusión de las obras del barrio Empalme.
SAN VICENTE | Esta semana concluyó con la buena noticIa, que el municipio de San Vicente reactivará las obras que están paralizadas por decisión del Gobierno Nacional.
El presidente Javier Milei había sido contundente al anunciar que su meta para bajar el gasto público sería, entre muchos recortes, el cese de la obra pública, una de las acciones más importantes de un gobierno para mantener en marcha la infraestructura general que atraviesa a todo el país,
Hoy, a seis meses de iniciado el gobierno libertario, el propio Milei tuvo que reconocer que la competitividad de la economía del país está afectada por el déficit de infraestructura, que al mismo tiempo genera una importante recesión en el sector, con una marcada caída del empleo en la construcción, y en sectores derivados en forma directa e indirecta. Claramente el Modelo Chileno, que Milei pregonaba en su campaña, fracasó rotundamente, porque ahora es el presidente el que se ve preocupado por el estancamiento de la infraestructura: rutas, transportes, puertos, edificios públicos etc.
En San Vicente, el intendente Nicolás Mantegazza, decidió no lamentarse por lo que no puede cambiar, y salió a poner el cuerpo y el ingenio para reactivar las obras que están detenidas en todo el distrito, y que fueran pautadas con el Gobierno Nacional, en su momento. Y son varias.
Uno de los casos más emblemáticos, es el barrio Empalme. La más importante obra habitacional del distrito, con 500 viviendas equipadas y con todos los servicios para que los nuevos vecinos comiencen una nueva vida.
Esta obra dio comienzo allá por 2014, durante el gobierno del exintendente Daniel Di Sabatino, quien no puedo continuarla y quedó en el abandono total, con muchas críticas a esa gestión.
En 2015 el nuevo gobierno de la alianza Cambiemos, tampoco pudo, o no supo cómo continuar la obra, y las casas siguieron esperando en el mismo estado de abandono.
Recién en 2019, cuando Mantegazza llegó al gobierno, se reactivaron las obras de este barrio, y pocos lo creyeron, comenzando con un fuerte abordaje sobre el terreno, ubicado detrás del Polideportivo Municipal, a partir del acuerdo celebrado con el Gobierno Nacional del expresidente Alberto Fernández.
Con el ministro Gabriel Katopodis a la cabeza, un ministro de salientes características y de muy buena relación con los intendentes, por provenir de un municipio, comenzaron los trabajos que no se detuvieron a lo largo de la gestión, y aumentando el número de casas, de 200 a 300, y de 300 a 500, a través de diferentes planes y programas para financiar el gasto.
En resumidas cuentas, el barrio avanzó a un ritmo considerable y ya se han entregado la mayoría de las casas, a pesar que en diciembre de 2023, haya cesado el envío de fondos para hacer frente a los certificados de obra, y poder continuar con la etapa final.
En este punto, Mantegazza acaba de anunciar en sus redes sociales que el municipio ya está interviniendo con recursos propios para completar la obra que debiera completar el Estado Nacional, como también lo hará con el Polo Educativo del barrio San José, en Alejandro Korn, una mega obra educativa y de infraestructura que terminará cerrando el circuito educativo más ambicioso de los últimos 50 años en el distrito, con 13 escuelas y jardines terminados, de 20 pautados.
La buena noticia, además de esta, es que el Gobierno provincial continúa acompañando a los municipios para seguir en el ritmo de las obras públicas iniciadas, a pesar de las urgencias que el propio gobierno de Kicillof tiene por la falta de fondos que Milei le está negando a las provincias.
Hoy San Vicente marca un claro ascenso institucional, al poder hacerse cargo del crecimiento en infraestructura, sin el acompañamiento del Estado Nacional, tratando de evitar que la recesión también se profundice en San Vicente. Hoy las obras iniciadas, se están reactivando con mucho ingenio y pericia, y con la asistencia del gobierno provincial. Algo que para el sanvicentino en general y para toda la clase política, sea del color político que sea, debiera ser una buena noticia.
